Hace como 8 años conocí a una familia, se trataba de un matrimonio con 3 hijos que comenzaron a asistir a las reuniones de los Testigos de Jehová en el mismo lugar que yo.
Una pequeña de tez clara y complexión delgada con cabello dorado, un joven moreno que además tenía el cabello largo y una joven con cabello rizado y moreno, piel morena clara y una sonrisa increíble.
Comenzaron a asistir con más frecuencia, por lo que me fui familiarizando con su presencia y después de algún tiempo, una vez que la familia se sintió cómoda, comenzamos a convivir más.
Salidas al cine, bailes y comidas fueron importantes en nuestra relación, y aunque con toda la familia me llevaba bien, mi amistad con uno de los integrantes iba a ser superior.
Ella estudiaba la universidad y le gustaban las matemáticas (como a mí) sin embargo a pesar de nuestra relativa familiaridad, solo eramos conocidos y casi nada más. Aunque salíamos en grupo con otros amigos, nunca la había visto de manera especial.
Resultaba divertido el tiempo con esta familia y en aquel entonces comenzaba a haber problemas en la mía, por lo que ellos me invitaban a comer y me animaban para no estar triste. Después del divorcio de mis padres, ellos continuaron recibiéndome con gusto y sin duda que eso mejoró bastante nuestra relación.
Comenzábamos una buena amistad, después de unos 2 años, quizá, y entonces fue que verdaderamente comenzó una buena amistad tanto con la familia como con esa joven de sonrisa amplia y hermosa.
Así fue como conocí a la que sería mi mejor amiga a la fecha y de la que me encantará seguir escribiendo.